Tratamiento del agua de lastre

El alga fitoplanctónica asiática Odontella (Biddulphia Sinensis) es una especie de la que probablemente nunca haya oído hablar. Pero debido a este diminuto pez todo el mundo necesita cambiar los procedimientos en la gestión de sus aguas de lastre. Tras 14 años de complicadas negociaciones entre los Estados miembros de la OMI, el Convenio internacional para el control y la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques(Convenio BWM) fue adoptado por consenso en una Conferencia Diplomática celebrada en la sede de la OMI en Londres el 13 de febrero de 2004. En pocas palabras, el 8 de septiembre de 2017, todos los buques nuevos tienen que tener a bordo un sistema de tratamiento del agua de lastre. Los buques más antiguos deben tener este sistema instalado y en funcionamiento cuando expire la fecha del certificado IOPP.

Agua de lastre

Desde que se construyeron los primeros buques con casco de acero, el agua de lastre se utiliza para ganar estabilidad y trimar un buque de navegación marítima de forma que éste siga siendo capaz de maniobrar cuando se encuentra en estado de lastre. Los tanques de doble fondo y los tanques laterales se llenan con agua de mar. A menudo, el agua de mar se toma en el puerto de salida y se vacía en el puerto de llegada.

Aunque el agua de lastre es esencial para la seguridad y la eficacia de las operaciones marítimas modernas, puede fingir graves problemas ecológicos, económicos y sanitarios debido a la cantidad de especies que transporta el agua de lastre de los buques. Entre ellas se encuentran bacterias, microbios, pequeños invertebrados, huevos, quistes y larvas de diversas especies. Las especies transferidas pueden sobrevivir y establecer una población reproductora en el entorno de acogida, convirtiéndose en invasoras, superando a las especies autóctonas y multiplicándose hasta alcanzar proporciones de plaga.

Los científicos reconocieron por primera vez los signos de la introducción de una especie exótica tras una aparición masiva del alga fitoplanctónica asiática Odontella (Biddulphia Sinensis) en el Mar del Norte en 1903. Pero no fue hasta la década de 1970 cuando la comunidad científica empezó a examinar el problema en detalle. A finales de la década de 1980, Canadá y Australia se encontraban entre los países que experimentaban dificultades con las especies invasoras, y trasladaron su preocupación al Comité de Protección del Medio Marino (CPMM) de la OMI.

El proceso del agua de lastre Fuente: Danfoss

Regulación del agua de lastre

Tras años lastrando así, el hombre descubrió que los microorganismos que viven en el agua de mar no pueden llevarse hacia un puerto de destino, porque daña los ecosistemas. En 2004, la OMI (Organización Marítima Internacional) dio a conocer el Convenio de Gestión del Agua de Lastre para endurecer las normas sobre la pérdida de agua de lastre en el mar o en puerto. Los buques están ahora obligados a llevar a bordo un Plan de Gestión del Agua de Lastre y un Libro de Registro del Agua de Lastre para registrar cuándo toman o pierden agua de lastre.

Desde el 8 de septiembre de 2017, todos los buques nuevos deben disponer de un sistema de tratamiento del agua de lastre a bordo. Los buques más antiguos deben tener este sistema instalado y en funcionamiento cuando expire la fecha del certificado IOPP. Port State Control es el organismo gubernamental que supervisa este aspecto.

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