La afirmación más escuchada cuando se habla de energía es que el hidrógeno es el futuro. Pero, ¿cómo manejar con seguridad la detección de gas hidrógeno y qué es realmente el hidrógeno (H2)? El uso del hidrógeno con fines industriales y marítimos ha aumentado considerablemente en los últimos 20 años. Y con la creciente demanda de energía y el camino global hacia la reducción de emisiones, el hidrógeno estará ahí para quedarse.
Pero con el crecimiento de la implantación del hidrógeno, el peligroso gas se abre paso en la empresa. Cómo debe controlar y manipular este gas, y cómo debe realizar la detección de gases de hidrógeno?
Utilizado como combustible, el hidrógeno es extremadamente inflamable, por lo que cuando se produce una fuga de hidrógeno, se presenta un grave riesgo de ignición. Sin embargo, los incendios de hidrógeno no son como los de los combustibles "tradicionales". Cuando se producen fugas de combustibles e hidrocarburos más pesados, como la gasolina o el gasóleo, permanecen cerca del nivel del suelo.
Por su parte, el hidrógeno es uno de los elementos más ligeros de la Tierra, por lo que, en caso de fuga, levita rápidamente hacia arriba. Esta rápida levitación hace que la ignición sea menos probable, pero otra diferencia es que el Hidrógeno se enciende y se quema más eficientemente que la gasolina o el gasóleo. Esa es la gran desventaja del gas... Incluso una chispa de electricidad estática de un dedo humano es suficiente para provocar una explosión cuando hay Hidrógeno en el aire.
El hidrógeno gaseoso es inodoro, incoloro e insípido. El gas no es tóxico, pero en ambientes cerrados, el hidrógeno puede acumularse y provocar asfixia al eliminar todo el oxígeno. Este peligro de asfixia puede contrarrestarse añadiendo odorantes al combustible de hidrógeno, lo que le confiere un olor artificial y advierte a los transeúntes en caso de fuga.
Pero como el hidrógeno se dispersa rápidamente, es poco probable que el odorante viaje con él. Las fugas de hidrógeno en interiores se acumulan rápidamente en el techo y acaban llenando la habitación. Por este motivo, la aplicación de la detección de gas hidrógeno con los detectores de gas adecuados es fundamental para la detección temprana de una fuga de hidrógeno.
Trabajar con hidrógeno no está exento de riesgos. Sin embargo, el gas puede utilizarse con seguridad si se tienen en cuenta las repercusiones adecuadas. Facilitar la detección de gases proporciona un entorno de trabajo seguro tanto para la empresa como para sus empleados. Independientemente de si se trata de detección de gases portátil o fija.
Un principio fundamental de la manipulación del hidrógeno es la capacidad de comprobar de forma rápida y fiable su presencia durante las inspecciones periódicas y si hay algún motivo para dudar de que se haya producido una fuga.
Los detectores de gas hidrógeno suelen utilizar varios mecanismos para determinar la presencia y concentración de hidrógeno, entre los que se incluyen el tipo de difusión, la toma de muestras, la cromatografía de gases, la espectrometría de masas, la perla catalítica y la conductividad térmica.
Elegir el detector de gas hidrógeno adecuado para su entorno suele implicar conocer las características de cada detector de gas y las condiciones ambientales en las que se utilizará. Antes de seleccionar un detector de hidrógeno, deben tenerse en cuenta varios parámetros funcionales:
Entonces, ¿dónde nos deja esto la calibración de los detectores de hidrógeno gaseoso? La calibración periódica de los detectores de gas es necesaria para garantizar la seguridad de su entorno. Respete el intervalo de calibración del fabricante para garantizar una detección óptima.
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