El sensor de caudal es una parte vital de cualquier sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado, dispositivos médicos, fábricas químicas, aplicaciones marítimas, industria alimentaria y de bebidas y sistemas sépticos. Un sensor de caudal (también conocido como caudalímetro) es un instrumento electrónico que mide, indica o regula el caudal de líquidos, gases u otros medios en tuberías y conductos.
Los sensores de caudal pueden conectarse a manómetros, transmisores u otros dispositivos de lectura/envío de datos para medir la cantidad de líquido, gas, etc. que pasa. Los sensores pueden detectar fugas, bloqueos, roturas de tuberías y cambios en la concentración de líquidos debidos a la contaminación.
Los sensores de caudal pueden dividirse en sensores de caudal de contacto y sin contacto. Los sensores de caudal de contacto se utilizan en aplicaciones en las que no se espera que el líquido o gas medido se obstruya en la tubería al entrar en contacto con las piezas móviles del sensor. En cambio, los sensores de caudal sin contacto no tienen piezas móviles. Se utilizan cuando el líquido o el gas (generalmente un producto alimentario) que se controla podría contaminarse o alterarse físicamente al entrar en contacto con las piezas móviles.
Los sensores de caudal de turbina de SIKA, por ejemplo, funcionan según el siguiente principio: el líquido que entra en el sensor de caudal de turbina SIKA es dividido en chorros individuales por el álabe guía. Estos chorros golpean el rotor uniformemente desde diferentes direcciones, poniendo el rotor en movimiento. La velocidad de rotación del rotor se convierte entonces en una señal eléctrica de impulsos (frecuencia): El rotor está equipado con imanes y un sensor de efecto Hall detecta la rotación del rotor.
Se dispone de una señal de frecuencia proporcional al caudal (señal de onda cuadrada). La construcción de la pala guía y el rotor permite realizar los valores de flujo de arranque muy bajos.