Para medir el nivel de un depósito, estos sensores utilizan tecnología ultrasónica. Durante su funcionamiento, el transductor ultrasónico emite impulsos acústicos en un haz estrecho perpendicular a la cara del transductor. Se calcula el tiempo transcurrido entre la emisión del impulso y la recepción del eco, que se utiliza para determinar la distancia al material. El sensor de temperatura integrado compensa automáticamente las variaciones de la velocidad del sonido debidas a cambios de temperatura dentro del intervalo admisible. Como el instrumento no está nunca en contacto con el medio, puede utilizarse en medios muy agresivos o corrosivos y tendrá una vida útil muy larga.